Apuntes para el fin del Coprosede

por Gabriel Fernández

Este fin de semana el Coprosede resolvió que el partido entre Gimnasia y Esgrima La Plata y Banfield en el Bosque resultaba de extrema peligrosidad. Eso le permitió disponer la anulación de la venta de entradas populares para la hinchada local.

En los días subsiguientes, el Coprosede estimó que los partidos Boca Juniors vs Ríver Plate y Olimpo de Bahía Blanca frente a Independiente, con rivalidades profundas y tres equipos involucrados en la lucha por la permanencia en primera, no revestían peligrosidad alguna.

Estos últimos dos cotejos se jugaron con las tribunas abarrotadas, excedidas de público, y sin pulmones que separaran a las parcialidades. El primer partido, aunque mostró la enorme capacidad de movilización de los socios triperos, desnudó los huecos que los más humildes, los que compran "la popular" tuvieron que dejar en las tribunas de 60 y 118.

Casi y apenas como dato color, cabe consignar que la ineficiencia del Coprosede garantizó, a lo largo de este campeonato, la persistencia de situaciones violentas y peleas entre hinchas de distintos clubes. Pero la ineficiencia puede disculparse si está, al menos, teñida de buenas intenciones.

Porque el problema de fondo es que, debido a la trama de intereses vinculados con el Estadio Unico y la consiguiente devaluación de nuestro Bosque, el Coprosede apuesta explícitamente a golpear sobre Gimnasia en todos los flancos.

En principio anhela vaciar el Estadio tripero y orientar al público hacia la naturalización de la utilización de la cancha ubicada en calle 32. Luego, alivianar la creciente presión del público gimnasista que parece crecer numéricamente ante las dificultades, fascinando a propios y ajenos a través de las pantallas. Y finalmente licuar las posibilidades deportivas de una institución popular que no encaja en las estructuras.

El ejemplo transparente de este último fin de semana nos habilita a considerar al Coprosede como ineficiente, discriminatorio y corrompido. Ineficiente porque su gestión no ha evitado la violencia, discriminatorio porque castiga a los hinchas más modestos de un club específicamente popular, y corrompido porque opera según las necesidades comerciales de un emprendimiento multimillonario que ofende la voluntad del pueblo platense.

Hace rato que lo único que pide la hinchada de Gimnasia es pelear palmo a palmo en igualdad de condiciones. Nadie exige prebenda ni beneficio alguno. Nadie ha pedido, desde el Bosque, que figuras encumbradas se apersonen a laudar en nuestro beneficio. Apenas queremos un lugar propio para jugar, y tribunas abiertas para alentar. El sencillo derecho de pagar la entrada y concurrir al Bosque.

Ya es tiempo de unirse para exigir el cese de los ataques y agravios del Coprosede contra Gimnasia y Esgrima La Plata, pero también la renuncia de todos los miembros de una institución que, argumentando defender la paz, sólo ha podido ofrecer un mensaje de odio y segregación al mundo del fútbol. Finalizamos con la gran paradoja: en los tiempos del Fútbol para Todos, el Coprosede propone Fútbol para Pocos.

Que cada uno piense lo que esto significa.

*Director La Señal Medios.