Argentina 1, Bolivia 1. ¡Menos mal que en esto no hay descensos!

Este viernes 1ro de julio de 2011, la Argentina empató 1 a 1 con Bolivia, en el primer partido por la Copa América. Más allá del resultado, el saldo es tremendamente negativo porque el proceso de Batista ha puesto marcha atrás, ya pasó su momento de apogeo y ahora empezó el declive. ¿Podrá revertirlo el técnico? Difícil, no le veo uñas de guitarrero: subió con el dudoso mérito de serrucharle el piso a Maradona, viene de ser descalificado en público por el presidente de la AFA (después de Nigeria), se enredó en un twitteo insensato que descalificó a Tévez para ponerlo de
titular en el debut…

En fin, lo peor de todo es que repitió el error de Maradona: llenarse la boca hablando de Messi y al final hocicar ante Carlitos, crack sin dudas, pero ¿”el jugador del pueblo” votado por quién? ¿por los televidentes de Susana Giménez? ¿por los fans de Piola Vago? ¿a qué rating le tiene miedo Batista?
Bolivia sacó un empate y estuvo cerca del triunfo (el 1 a 0 fue un accidente, pero se perdió el 2 a 0 en un doble mano a mano con el arquero) porque presentó un equipo. La Argentina, a un año de trabajo de Batista, aún no lo tiene y cada día está peor en todas las líneas, empezando por la defensa, que fue lo más flojo de todo. En ataque, mal que mal y a los ponchazos, algo se generó. Mejor que decir es hacer y mejor que prometer…

Zanetti evaluó tras el partido: “Hay que hacerle espacio a Messi”. Agüero, por su parte: “Hay que controlar más el balón”. Cuando los jugadores ven el partido mejor que el entrenador hay un problema. Cuando el entrenador elige las cartas al revés (¡poner a Lavezzi sobre este momento extraordinario de Agüero!) indica que la confusión es gigantesca. ¿Qué trole hay que tomar para seguir? Cualquiera, ¡mientras no llamemos al Pelado Almeyda!