Es difícil bancarse que te digan cualquier cosa

“Primero me indigné cuando uno de remera amarilla le gritó a Milito que no robara más. Ahí salté. Estaba con muchísima bronca porque él no se merece una cosa así y porque el error en el gol fue mío. Yo sé muy bien que por ese error perdimos el partido. Pero por eso no te pueden faltar el respeto. Si bien reaccioné mal, es difícil bancarse que te digan cualquier cosa. Parecería que a nosotros, los jugadores, no nos importase nada. Y la verdad es que sufrimos por esta situación".

¿Te ibas a pelear?

Nooo... Fue la calentura del momento. Para nosotros era un partido importante; necesitábamos sumar. Con las pulsaciones a mil, uno a veces reacciona así. Pero cuando te enfrías te das cuenta de que no sirve de nada eso.


Da la sensación de que la derrota en las dos copas, más el pobre arranque en el Apertura, multiplicó la histeria de los hinchas, ¿no? Los entendemos y somos los primeros en darnos cuenta de que no les dimos lo que esperaban. Hubiésemos preferido haber ganado una o las dos copas y estar mejor en el torneo. No se pudo. Ya está. Hay que dejar eso atrás. Ahora hay que mirar para adelante, a la siguiente fase de la Sudamericana y a regalarle a la gente un triunfo en el clásico del domingo.

Estuviste afuera algunos partidos por la lesión en tu espalda. Justo esa situación coincidió con la llegada de un nuevo entrenador y del buen presente de Assmann. ¿Intuís que perdiste el puesto? No sé si lo perdí. Acá el nivel de los arqueros es alto. Cualquiera tiene condiciones para ser titular.

Pero últimamente el arco pasó de mano en mano...

Sí, por lesiones o por tener muchos compromisos, no hubo uno que se adueñara del arco. Seguramente, Ramón debe tener su preferencia y pondrá al que mejor rinda o al que más le guste.

En el debut de Mohamed fuiste la gran figura. ¿Soñás con destacarte el domingo? Sí, me encantaría. Pero antes tenemos un partido bravísimo con la Liga (por el duelo de mañana en Quito). Después sí, desde el jueves, pensaremos en Racing.